Comunión: aproximación al mundo simbólico del cuy” se cree
que los cuyes tienen la cualidad de encarnar las enfermedades y permitir que
estas sigan viviendo: el sacrificio de un cuy nunca es en vano. Se puede
afirmar que estos animales reemplazan y representan a las personas que esto se
relaciona con el hecho mismo de ser sacrificado. Por ejemplo se les da caldo de
cuy tierno a las mujeres que tienen esterilidad y su consumo asado puede dar
potencia sexual a los hombres. Al tener estas características su consumo se
limita a ciertas fiestas pues comerlo en exceso puede llevar a un descontrol de
la reproducción humana.
Evidentemente el cuy simboliza la fertilidad en general ya
que se reproduce muy seguido y tiende a obtener un número considerable de crías
durante sus partos.
A los niños pequeños se les da caldo de cuy guagua o tierno
para que crezcan fuertes. Se utiliza la sangre del cuy para detener las
hemorragias, sus excrementos para los cólicos y las infusiones de los mismos
curan los orzuelos; las vísceras frescas calman los dolores del vientre y la
carne del cuy negro saca el mal aire. Lo más usual para los shamanes es frotar
un cuy vivo en el cuerpo del paciente para que la enfermedad pasara del humano
al roedor.
Los indígenas de la región andina central creen que el
cobayo negro es el cuy apropiado para efectuar lo que ellos llaman las
“limpias”, rito efectuado para diagnosticar enfermedades en base a las
características de este animal para obtener una radiografía del mal que le
aqueja al paciente. Esta práctica a pesar de ser muy antigua en las poblaciones
andinas del Ecuador aún se mantiene hasta la actualidad.
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