El Apareamiento del cuy

Apareamiento en los cuyes

Apareamiento en los cuyes. El apareamiento en las cobayas es de lo más sencillo. Son animales sumamente fértiles y, conociendo un poco a nuestros bichos, podemos incluso conseguir tenerlo todo bajo control.
Hay que partir de:

1º Debemos tener claro qué vamos a hacer con los bebés. Pensemos que una cobaya hembra suele tener un promedio de 3 crías por parto que nacen muy pequeñas y monas pero que, con el tiempo se hacen grandullonas de 1 kilo o más que necesitarán comida, espacio y cuidados. Si nosotros no podemos dárselos debemos saber a qué manos irán a parar para no encontrarnos con un problemón.


2º Debemos contar con una pareja fértil en edad reproductiva.

Los machos suelen ser fértiles a partir de los 2 meses y medio o 3 aunque no son demasiado raros los que resultan ser mucho más precoces. Recientemente una amiga nuestra se ha llevado una sorpresa al descubrir que Juanita, una de sus cobayas, se quedó preñada de uno de sus “bebés” cuándo este tenía menos de un mes de vida. Este factor hace recomendable separar a los machos de la camada a las 3 semanas o como mucho al mes de haber nacido.

Apareamiento en los cuyes

En cuanto a las hembras, por lo normal, son algo más tardías en su madurez sexual y suelen alcanzar su primer celo hacia las 9 semanas de vida. Esto no quiere decir que una cobaya hembra pueda quedarse preñada a esa edad, bien, sí puede, pero no debe. Para que una hembra lleve a cabo el embarazo sin problemas y luego soporte la lactancia sin que le represente un coste excesivo para su salud, en el momento de la concepción, debe tener un mínimo de 3 meses de edad y un peso mínimo de 600 gramos. Intentad evitar los embarazos y partos en los meses más calurosos del año y, si podéis, esperad a que la futura mamá tenga aproximadamente medio año cuando se quede embarazada por primera vez (siempre recordando la REGLA DE ORO).

Si cuentas con las dos condiciones, estaras listos para aparear a tus cuyes.
Partid de la idea de que los machos siempre están disponibles pero las hembras no. Las hembras tienen un ciclo de unos 17 días (aproximadamente). Eso significa que únicamente serán fértiles una vez cada 17 días y tan solo serán receptivas hacia el macho (osea, se dejarán montar) durante unas cuantas horas. Nosotros tenemos cobayas que han estado receptivas durante cualquier hora del día (lo más habitual) pero también hay casos en los que el celo les sobreviene durante la noche (Helena se quedó preñada de su segunda camada a las 2 de la madrugada).

Se puede optar por poner a macho y hembra juntos continuamente durante, como mínimo 15-20 días, o bien intentar localizar el celo de la hembra y ponerlos juntos únicamente durante el tiempo que está receptiva. El segundo método es más trabajoso pero permite tener mucho control del posterior embarazo y saber exactamente de los días que está preñada la hembra en todo momento y cuándo podemos prever el parto. Para llevar a cabo la segunda opción tendremos que detectar cuándo está en celo la hembra (suelen estar más mimosas e incluso algunas intentan montar a sus compañeras de jaula en las horas previas al celo) o bien ponerla junto al macho durante unos minutos 3 o 4 veces cada día hasta que consigamos un encuentro en el que la hembra se deje montar.
Si la hembra está receptiva, ante las insinuaciones del macho, se quedará quieta y dejará que el macho la monte en varias ocasiones.
Otro asunto que trataremos más adelante es la elección de los progenitores en función de sus características físicas y genéticas. Prometemos ampliar este muy interesante en un futuro cercano.

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